Cada usuario que ingresa en el metro lleva consigo una gran cantidad de bacterias que habitan dentro, sobre y alrededor él. En su paso por el metro, inevitablemente dejará algunas de estas bacterias, y recogerá bacterias de otras personas y del ambiente.
Antes de convertirse en pasajeros del metro, estas bacterias viven prinicipalmente en la piel y saliva de las personas, en el polvo de la ropa y el suelo.
Sólo una pequeñísima fracción de las bacterias con las que convivimos son patógenas (es decir, que puede provocar enfermedades), la inmensa mayoría nos ayuda a llevar a cabo funciones metabólicas y nutrimentales que repercuten de manera positiva en nuestra salud, por ejemplo, las bacterias nos protegen ante la entrada de algún microorganismos patógeno.
Cada día aproximadamente 4.5 millones de personas utilizan el metro, que es casi el total de los habitantes de Jalisco. Con ellos podríamos llenar ¡casi 52 veces el estadio azteca! Si consideramos que cada una de estas personas es portadora de 10^14 bacterias, el cálculo nos queda que hay: 4,500,000,000,000,000,000,000 bacterias viajando en el metro cada día..
En el pasado, para determinar qué bacterias estaban presentes en un lugar, se tomaba una muestra y se cultivaban en laboratorio. Actualmente, se emplean técnicas más modernas que consisten en analizar el ADN de microorganismos recolectados en distintas partes del metro. De esa manera podemos saber no solo lo que tiene la capacidad de crecer en una placa de cultivo sino todo el universo de microorganismos, incluyendo a los no están vivos en el momento del muestreo.
Los científicos miden la diversidad bacterias de diferentes maneras. La forma más simple consiste en contar el número de especies diferentes de conviven en un mismo lugar. Por ejemplo, si encontramos 3 Escherichia, 4 Streptococcus y 6 Staphylococcus, la diversidad sería 3, dado que hay 3 bacterias diferentes sin importar la cantidad de cada una que hayamos encontrado. Sin embargo, la cantidad de bacterias de cada especie también pede ser usada para calcular otras medidas de diversidad más complejas pero muy interesantes.
Los seres vivos se clasifican de acuerdo a que tan emparentados están, es así como las personas tenemos familia en primer grado, segundo grado, etc. La clasificación más general de los seres vivos son los reinos y la más específica las especies. El género sería lo equivalente a la familia de segundo grado.